Ganarse la vida como artista es complicado. Si a eso le sumas la dificultad de ser discriminado por el color de tu piel, aún lo es más. Eso es lo que vivió y cambió la vida de Theaster Gates.

 

Theaster Gates: de las calles al museo

Este artista de Chicago intentaba vender sus cerámicas a las galerías de arte. Pero, como solo era un negro más, se debía conformar con vender sus obras en mercados ambulantes. Todo por el color de su piel.

Pero Theaster no estaba de acuerdo. Sabía que sus obras valían más. Así que decidió ocultarse, decir que sus cerámicas las había creado un artista japonés que se refugió en Estados Unidos. Esta historia, por falsa que fuese, le permitiría vender sus obras sin tener que ser juzgado por su color de piel.

Y surtió efecto. A los mismos coleccinistas que en un principio ignoraron sus obras, les encantó. Cuando desveló la tapadera, los coleccionistas quedaron impresionados de la creatividad con la que evitó ser juzgado. Así, logró ser expuesto en los principales museos de todo el mundo, amasando una gran cantidad de dinero.

 

Del museo a la calle

Pero eso no hizo que Theaster Gates cambiara de estilo de vida. Él siguió y sigue viviendo en uno de los barrios más marginales de Chicago y todo Estados Unidos. Y no solo eso, sino que, además, ayuda con su arte a salir adelante.

Con el dinero que obtiene de sus obras, compra y rehabilita las calles abandonas de los suburbios de Chicago, construyendo casas de acogida y fabricando muebles para las mismas.

Aunque transformar barrios y cambiar la vida de muchas personas a través del arte ya de por sí sea mucho, Theaster Gates va más allá. Y es que su historia y su activismo son una forma muy clara del racismo que se vive y de cómo las personas de barrios marginales también son capaces de hacer cosas increíbles.

En pleno invierno, andas caminando por la calle, caliente a pesar del frío que hace. Tus botas, calcetines gordos, jersey de lana y un abrigo digno de un esquimal sin duda ayuda a que no pases frio en la calle. Y, en casa, la amada calefacción. Pero, por desgracia, no todo el mundo tiene la misma suerte.

En el mundo hay más de 100 millones de personas sin casa (United Nations Annual Report, 2005) y 1,6 mil millones de tienen falta de una vivienda digna (“Housing review” Habitat, 2015). Personas que viven en la calle, ya haga un sol abrasador o una ventisca heladora. Personas que viven entre cartones y mantas para los más afortunados, si es que a eso se le puede llamar fortuna.

Para poder salir de la calle, muchos no tienen más que un cartón y sus propias letras. Como ellos mismos dice, con eso “no vas a transmitir amor, no puedes transmitir algo bonito. Tienes que transmitir a través del cartón y la escritura algo que te jode”.

 

Homelessfonts: caligrafía por las personas sin techo

Homelessfonts es una iniciativa impulsada por la Fundación Arrels. Así, crean tipografías a partir de la caligrafía de personas que duermen en las calles de Barcelona. Pero no son como las demás tipografías.

Para crear estas tipografías, los sintecho recibieron talleres de caligrafía y ejercicios tipográficos. Así, consiguieron digitalizar las letras y crear las tipografías. Tipografías con alma que transmiten las emociones de las personas que las han creado.

Diseñadores, empresas y particulares pueden adquirir estas tipografías para usarlas en sus carteles, marca, paquetes, etc. Además, con la compra de las mismas, se ayuda a evitar que las personas vivan en la calle.

 

Más allá de tipografías

Homelessfonts es una de las varias iniciativas impulsadas por la Fundación Arrels. Otro de sus proyectos consistía en las postales que ayudan a dos personas. Esta iniciativa consistía en que las personas regalaran por Navidad postales escritas por una persona que vive en la calle.

Así, conseguían concienciar sobre la realidad que muchas personas viven en invierno y recaudaban fondos para que personas sin techo pudieran celebrar las Navidades cenando caliente y durmiendo en una cama.

 

Luchando por ayudar a la gente en la calle

Iniciativas como Homelessfonts y las diversas actividades realizadas por la Fundación Arrels dejan claro el poder transformador de la cultura. Y es que, precisamente, ayudan a 1.800 personas sin techo que ayudan cada año.

 

Desde hace 10 años, Selvámonos, convertido en el festival de música alternativa más grande de Perú. Este festival, propone sumar buena música y cultura a la riqueza natural de una reserva de biosfera, al costado del Parque Nacional Yanachaga Chemillén, en la provincia de Oxapampa.

Gracias a Selvámonos, un enclave natural excepcional se convierte durante dos días al año en el punto de encuentro de l·s amantes de la música, el arte, la naturaleza y la gastronomía.

Además, Selvámonos destaca por su clara apuesta por la diversidad cultural y el respeto al medio ambiente, reduciendo al máximo su huella ambiental.

A lo largo de los años el festival a aumentado su propuesta de actividades acercándose a un público cada vez más amplio.  Las actividades del “Bosque de los niños” el festival implica a l·s más pequeñ·s, fomentando el respeto a la naturaleza y el interés por el arte y la cultura.

Además, este festival implica a la comunidad local en las distintas etapas del mismo, celebrando iniciativas como la Semana Cultural. Esta semana consisten en una semana de actividades gratuitas en Oxapampa destinadas a que la población se sienta parte del festival.

 

Selvámonos: mucho más que música

Los festivales musicales suelen atraer a miles de personas en un mismo lugar durante varios días. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo termina el lugar después del festival? La mayoría de ocasiones, el terreno queda repleto de vasos, plásticos, comida… Selvámonos no es el caso.

Y es que, uno de los principales aspectos del festival es la conciencia ambiental. En este sentido, intentan reducir su huella ambiental de varias formas, tanto usando materiales reciclados en la comunicación como realizando talleres en el festival.

 

Música e impacto social

En definitiva, el festival Selvámonos es un claro ejemplo de que la música es mucho más que sonido que sale de un instrumento. La música es sentimiento, emoción, pero también una herramienta perfecta para enseñar, educar, unir y demostrar cómo deberían ser las cosas.

Por eso, esperamos que Selvámonos siga sumando muchos más en los que el arte y la música convivan la magia de la naturaleza de Oxapampa.

¿Alguna vez te has parado a pensar en las distintas realidades que hay en tu ciudad y no conoces? Somos personas de rutina, pasamos por las mismas calles, mismas tiendas, mismos sitios, y pocas veces vamos más allá. Por eso, muchas veces desconocemos la increíble vida cultural y social que esconden muchos barrios. Eso no debería ser así. Y eso es lo que intenta demostrar el centro de innovación en Producción Escénica Harrobia Eskena.

Como dice su lema, Harrobia Eskena es mucho más que un centro de producción escénica. Y es que, además de ser un centro de alto rendimiento de producción teatral, se preocupa por visibilizar e impulsar la vida artística del barrio en el que está situada.

 

Harrobia Eskena: teatro e inclusión

En Harrobia Eskena se han planteado renovar la imagen del barrio en el que se sitúan como ellos mejor saben: mediante el teatro. Así, son varias las iniciativas sociales que han impulsado, al margen de su actividad principal.

Destaca, por ejemplo, la primera escuela de Teatro del Oprimido del País Vasco. Una escuela abierta a todos los públicos que busca usar el arte como herramienta para solucionar conflictos. Así, consiguen vertebrar la relación de las personas con su entorno, generando barrios y ciudades más unidas.

“Fabricando Sueños”, otro de los proyectos que impulsan, busca integrar a las personas, pero de una manera diferente. En este caso, usan el teatro y la danza para que chavales en riesgo de exclusión se vean en roles sociales diferentes y se expresen.

 

Más allá de la producción teatral

En definitiva, Harrobia Eskena es un claro ejemplo de cómo el arte y la cultura pueden ayudar a la cohesión e inclusión social y la mejora de los barrios y ciudades. Porque, el teatro va de expresar. Y es, precisamente, comunicación lo que hace falta para solucionar los problemas sociales y visibilizar a los barrios.

Algunas personas creen no entender el arte… y menos aún el arte contemporáneo. Pero eso no tendría por qué ser así. Porque, el arte inspira, motiva, nos hace crecer y mejorar nuestras vidas. Esa es la filosofía que siguen The heArt Ambassadors, una organización que busca acercar el arte a toda la ciudadanía.

 

The heArt Ambassadors para para todos

Desde The heArt Ambassadors tienen una idea clara: el arte contemporáneo no es para grupos privilegiados de la sociedad. No. Todo el mundo puede (y debería) entender, el arte. ¿Por qué? Pues porque es una forma de expresarnos, abrir nuestra mente, pensar diferente.

Desde The heArt Ambassadors acercan el arte a todas las personas de la sociedad, centrándose, sobre todo, en los grupos en riesgo de exclusión. Para ello, los Heart Embassadors ponen a disposición, de forma altruista, su conocimiento e ilusión para que la gente descubra el arte.

 

Arte para asociaciones y ONGs

Pero, ¿cómo puedes acercar el arte a las personas en riesgo de exclusión? En este mismo blog, hemos visto muchas formas de acercar la cultur. Desde pintar en la calle para inspirar, como hace Let’s Colour, a enseñarlo directamente, como la Fundación Boteritos.

En el caso de The heArt Ambassadors, el enfoque es diferente. Esta organización colabora con ONGs y asociaciones para acercar la cultura a personas en riesgo de exclusión. Es decir, ofrecen su conocimiento a las organizaciones que quieran. Así, pueden llegar a muchas personas diferentes, con necesidades y entornos diferentes.

¿Conoces un sitio menos divertido que un hospital? Los hospitales son lugares fríos, poco acogedores, llenos de cacharros que la mayoría de nosotros desconocemos y resultan aterradores. Sin duda, un lugar poco amistoso. Sobre todo, si eres un niño… y más aún si te van a operar. Por eso, nació la Fundación Theodora.

 

Los doctores sonrisa y sus payasadas

La Fundación Theodora busca llenar de ilusión los hospitales de una manera diferente. Sus Doctores Sonrisa visten de bata, pero no son como el resto de doctores. Visitan a los niños antes de que sean operados o mientras están hospitalizados. Les hacen trucos, cuentan chistes, cantan… pero, sobre todo, les hacen reír y olvidarse de todo lo que están pasando.

Una vez por semana, los Doctores Sonrisa hacen una visita a los niños ingresados. Así, los niños hospitalizados que no van al cole, no pueden jugar con sus amigos y se pasan el día en la cama, tiene una razón por la que reír.

Doctores Sonrisa en Acción

Foto de los Doctores Sonrisa de la Fundación Theodora haciendo reír a una niña hospitalizada.

Unas risas que curan

El impacto de los Doctores Sonrisa de la Fundación Theodora van mucho más allá de lo que se podría imaginar. Y es que, sonreír nos reduce el estrés.

Esto, que puede parecer muy poco, es vital, ya que hace los niños tengan que consumir menos medicamentos antes de ser operados.  Además, ¿quién no prefiere estar sonriendo a estar triste?

 

Porque si reír es importante, hacer reír a niños que están pasando por situaciones duras y potencialmente traumáticas, lo es aún más. ¡Viva los Doctores Sonrisa!

Los colores son sentimiento, emoción. Sirven para expresar nuestros sentimientos más profundos, ya sean positivos o negativos. Pero también sirven para unir a las personas. Por eso nació, Let’s Colour, una organización sin ánimo de lucro que pretende dar color a comunidades y personas.

Al igual que otros proyectos como Painting on Camps Walls o Favela Painting, Let’s Colour usa la pintura como herramienta de transformación social. Desde ejemplos simples, como pintar unas pista de atletismo en unas escaleras a pintar fachadas o hacer experimentos en ascensores, muchas son las actividades que realiza esta organización.

 

Let’s Colour: pintura para unir comunidades

La pintura sirve para expresar nuestros sentimientos, algo fundamental para generar empatía social. Por ello, Let’s Colour recorre distintas ciudades del mundo pintando. Murales que la gente puede terminar de pintar con sus gustos. Con sus emociones.

Así, logran que algo tan separatista como los muros, se conviertan en elementos que una a las personas.

Let's Colour

Chica pintando en el mural de Let’s Colour en Londres para reivindicar la integración entre comunidades.

 

Colores para la gente más desfavorecida

Otro de los proyectos de la organización es ayudar a los barrios más desfavorecidos y con gran desempleo, usando la pintura como herramienta de lograr la independencia económica. Para ello, Let’s Colour colaboró con SOS Children’s Villages, creando cursos en los que enseñan a los jóvenes a pintar.

Gracias a esta iniciativa, más de 150 niños de 4 países han aprendido un nuevo oficio con el que poder salir adelante.

En otro caso, pintaron los suelos de las favelas de Santa Marta en Río de Janerio, convirtiendo las calles en pistas de competición. Tenis, futbol, atletismo… unas pocas capas de pintura transforman calles aburridas en auténticas pistas de juego.

Así, logran crear una nueva forma de divertirse a los jóvenes de este barrio y, además, hacen esa localidad mucho más habitable y atractiva.

En definitiva, la pintura tiene un poder mucho mayor del que nos podríamos imaginar. Así que… ¡dale una capa de pintura a la vida!

¿Puede el teatro ayudar a la vida de las personas? En el Festival Internacional Cervantino de México creen que sí. Por eso, crearon el Proyecto Ruelas, un proyecto creado con el objetivo de ayudar a las personas mayores de México.

 

Proyecto Ruelas: más allá de la pobreza

Muchas veces se entiende como persona desfavorecida gente que está en situación de pobreza. Pero no es necesariamente así. Hay personas que, sin estar en situación de pobreza están claramente desfavorecidas. Un ejemplo de ello son las personas mayores en Guanajuato.

En México hay más de 4,4 millones de personas mayores de 70 años, de los que el 27,9% dice haber sentido que sus derechos no han sido respetados por la edad.

A las personas mayores no se las escucha. Pero debería. Y el Proyecto Ruelas lo intenta mediante el teatro.

 

Un teatro para personas mayores

El Proyecto Ruelas busca atender las necesidades de las personas mayores a través del arte. Para ello, reconocidos directores colaboran junto con las personas residentes de los centros gerontológicos de El Cambio y Las Teresas, en Guanajauto.

De esta manera, los ancianos participan en actividades, se mueven y socializan a la vez que demuestran su valor en la sociedad y sus necesidades.

Se trata, pues, de usar el teatro como altavoz para las personas mayores.  Para que puedan decir al mundo cómo están. Para que se puedan mover y relacionar. Porque la gente mayor es mucho más útil de lo que las personas suelen creer. Y todo, gracias al teatro.

Más de 6,3 millones de sirios han tenido que huir de Siria debido a la guerra. De esos, 5 millones vive actualmente en campos de refugiados. Millones de personas que lo dejan todo atrás: estudios, trabajo, la casa… y a veces incluso amigos y familiares. En esta situación es difícil pensar en las cosas buenas de la vida. Por eso nació Painting on Camps Walls.

Los campos de refugiados suelen ser lugares grises, tristes, que ayudan poco anímicamente a las personas que viven en ellos. Painting on Camps Walls nació para dar un toque más alegre a los campos de refugiados y ayudar también a los niños y niñas que viven en ellos.

 

Cambiando la vida en el campo de refugiados

La vida en un campo de refugiados no es nada fácil. A todo el sufrimiento que las personas en los campos han vivido, se suman una nutrición precaria, muchas dificultades para encontrar trabajo pero, sobre todo, la desesperación de ver que cada día la historia y los problemas se repiten.

La visita de los voluntarios que ayudan en los campos suelen animar los ánimos. Pero más allá de la visita rutinaria, no hay mucho más.

 

Painting on Camps Walls: animando los campos de refugiados

Painting on Camps Walls (pintando en los muros de los campos) fue parte de la iniciativa Cosmic Future, la cual pretende usar el arte para ofrecer un futuro esperanzador a las personas en los campos de refugiados.

Gracias al dúo de grafiteros brasileño Cosmic Boys, el colectivo de arte nómada Conexus Project y al colectivo Al Caravan, que organiza talleres culturales en campos de refugiados, nació Painting on Camps Walls.

Gracias a Painting on Camps Walls niños y niñas del campo de refugiados de Beqaa (Líbano), en el que viven más de un millón de personas, pudieron ayudar a los grafiteros Cosmic Boys a pintar su escuela.

Cada día usamos el agua para muchas cosas: beber, lavarnos, cocinar… El agua es fundamental. Y todos la necesitamos. Sin embargo, no siempre se respeta. Y por eso, nació Global Water Dances.

Global Water Dances es un movimiento mundial que reivindica la importancia de cuidar un elemento tan necesario como es el agua. Pero no lo hace como el resto de movimientos. No. Lo hace con un lenguaje único, que todo el mundo entiende: la danza.

Este movimiento surgió de la mano de unos estudiantes del Laban/Bartenieff Institute of Movement Studies, tras atender una charla sobre danza y medioanbiente. Así, movidos por la urgencia de hacer algo, decidieron crear Global Water Dances.

Lo que en un principio fue un movimiento pequeño, poco después se convirtió en una gran comunidad de coreógraf·s y bailarín·s de todo el mundo. Todos, con un propósito común: bailar para concienciar de la importancia del agua.

Desde entonces, cientos de personas han bailado por todo el mundo a favor del agua. Así, han logrado concienciar a las personas de la importancia de no contaminar y hacer un buen uso del agua. Pero han ido más allá. Y es que Global Water Dances es una muestra de que el arte, en este caso el baile, es una gran herramienta para provocar cambio social.

De hecho, gracias a Global Water Dances, se han logrado limpiar varios ríos en todo el mundo. Y es que, aunque el 70% del planeta sea agua, solo el 2,5% es agua dulce. Y, de ese porcentaje, tan solo el 0,4% es accesible en ríos y lagos.

Teniendo en cuenta que hay más de 1100 millones de personas que carecen de acceso al agua… todavía es más importante aún cuidar el agua que tenemos.

Porque cuidar el planeta es algo necesario para el medio largo plazo.

Porque el baile es una buena forma de concienciar de ello.

Baila por el agua.