Artista, profesor y activista, Eric Almanza examina a través de su trabajo los problemas políticos y sociales que viven los inmigrantes en Estados Unidos. Hijo de padres mexicanos pero estadounidense de nacimiento, a Eric le cuesta definirse entre ambas culturas. No habla muy bien el español y mucha gente le dice que no parece mexicano.

Eric ha vivido y luchado desde niño entre dos culturas muy distintas, tanto con respecto a los demás como para definirse a sí mismo.

Con una plétora de etiquetas como Americano, Mexicano, Mexicano – Americano, Hispano, Latino, y Chicano, con la que finalmente me identifico, uno puede entender la dificultad de la identificación cultural.

El objetivo de su trabajo es revisar cómo se vería la sociedad americana del siglo XXI con la inclusión de las minorías étnicas e inmigrantes.

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En los últimos 50 años la demografía de Los Ángeles y California ha ido cambiando poco a poco con un aumento de la población latina, sin embargo, este cambio nunca se ha visto reflejado del todo en las representaciones artísticas.

Su trabajo mezcla los fundamentos clásicos del arte plástico y el estilo artístico de pintores latinos. Se graduó en Bellas Artes por la Universidad de Berkeley y en su obra nos muestra acabados hiperrealistas mezclados con elementos de la cultura popular.

Fotos de Eric Almanza

Hoy, Eric es profesor de secundaria en el distrito de Los Ángeles, por eso ha sido testigo de las consecuencias del duro proceso de migración y adaptación que los jóvenes inmigrantes han realizado con sus padres.

No vienen aquí a aprovecharse de un sistema social roto. Estos inmigrantes cruzan la frontera para trabajar, no en uno sino en dos o hasta tres trabajos al mismo tiempo.

En tiempos donde se cierran cada vez más las puertas y se crean muros, el arte siempre nos une como seres humanos. Disfrutar una pintura, compartir una canción, son las pequeñas cosas que nos unen sin importar nuestra procedencia.

#FairSaturday

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Eric Almanza

The Huffington Post

La andadura de Delfina Foundation, fundada en el año 2007 por Aaron Cezar, se remonta a 1988, cuando el Delfina Studio Trust fue establecido como una organización benéfica registrada por Delfina Entrecanales. Desde sus comienzos, su principal objetivo ha sido ofrecer el espacio necesario para que los artistas tengan la oportunidad de crear con libertad, resaltando su importante papel en la sociedad.

Fotografía de DELFINA FOUNDATION

Pese a haber nacido en Madrid, la vida del alma incombustible de la Fundación, Delfina Entrecanales, ha estado ligada a Inglaterra desde que con 19 años se trasladó a este país. Su labor de apoyo a los artistas, siempre ha ido mucho más allá de la desempeñada tradicionalmente por un mecenas, hasta el punto de afirmar 

 Yo es que soy como una madre para los artistas, y me ocupo si uno se pone malo, si ha roto con su novia(…).

Su papel en el mundo del arte le ha valido a Delfina Entrecanales ser reconocida 2 veces con la Orden del Imperio Británico, y ser galardonada con el “Premio Alfiler de Oro” concedido por la Asociación de Mujeres Empresarias Mujer Siglo XXI.

La Fundación es hoy un punto de encuentro en el que los artistas pueden sentirse como en casa al tiempo que obtienen el apoyo necesario para entrar en contacto con Universidades y diversas organizaciones, dándoles la oportunidad de aumentar su red de contactos. Además, la Delfina Foundation no sólo se centra en los intercambios culturales, sino que organiza eventos públicos, en los que los artistas y profesionales del mundo del arte tienen la oportunidad de explorar nuevas conexiones entre arte y  sociedad.

En sus inicios, la Fundación tuvo por objetivo la promoción de intercambios artísticos con Oriente Medio y el Norte de África, si bien con el paso del tiempo, su ámbito de actuación se ha extendido hasta alcanzar una dimensión internacional. Gracias a esto, Delfina Foundation ha logrado convertirse en una de las mayores residencias artísticas de Londres, contando con artistas de gran notoriedad entre quienes han pasado por sus instalaciones. Nombres como Dario Urzay, Tacita Dean, Martin Creed o Txomin Badiola son sólo algunos de ellos.

Son gente de todas partes, así que yo ni siquiera tengo que viajar por el mundo, porque el mundo me lo traen ellos (…).

Pese a su edad, y a que es sobre Aaron Cezar sobre quien recae el peso de la dirección de Delfina Foundation, Delfina sigue en activo, porque tal y como afirmó en unas declaraciones realizadas en la recepción del Premio Alfiler de Oro:

 Lo que me alimenta es la satisfacción de saber que he ayudado, empujado y hecho a un artista, es lo único que me mueve.

#FairSaturday

En momentos tales como el contexto actual, donde todo parece alejarnos, se revela la verdadera importancia de la música. La soprano, cantante de jazz y activista Barbara Hendricks lleva toda una vida dedicándose a ella, enarbolándola como bandera en la defensa de los derechos civiles.

Nacida en Estados Unidos en 1948, Barbara vivió una época en la que ser mujer y afroamericana no era fácil. Por si esto fuera poco, en su familia el jazz y el blues eran considerados un pecado, la música de la perdición. No obstante, esto no supuso un obstáculo para la cantante y activista, quien estaba dotada de una gran curiosidad.

Desde sus inicios interpretando arias tradicionales en la iglesia de su barrio, la riqueza de su música nunca dejó de crecer. De hecho, hoy en día es una de las artistas líricas más reconocidas, admiradas y queridas por su público. Su voz le ha llevado a recorrer las mejores Óperas del mundo, y desde 1994, el jazz más profundo forma parte de su repertorio. 

La música siempre ha sido para Barbara la mejor herramienta para unir a las personas. El hilo conductor mediante el que se escriben las historias eternas, se transmiten las emociones, e incluso,a veces, se cuenta aquello capaz de llenarnos de miedo.

A veces es lo que se cuenta lo que nos llena de miedo.

Sin embargo, frente a los miedos y la incertidumbre, en una de sus últimas entrevistas,la artista nos anima a (re)descubrir los pequeños detalles. Esos a los que no siempre prestamos la atención debida: un buenos días con el que comenzar el día, una sonrisa a tiempo, porque:

(…) hay gente haciendo cosas maravillosas que no son estrellas. Por eso creo que, cuando hay alguien que deja una buena vibración en este mundo, hay que hacerlo saber.

Por otro lado, su faceta como activista se ha centrado en la defensa de la causa de los refugiados, sobre todo de las mujeres. Esta labor le ha valido numerosos reconocimientos como el nombramiento de “Embajadora de buena voluntad" de ACNUR en 1987 o el haber sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el año 2000.

En su nueva gira, la cantante redescubre el góspel con un repertorio basado en dos premisas fundamentales:

Primero, que sean canciones que me emocionen. Y segundo, que sean útiles en este momento. Porque creo que ahora, en este auge de los populismos, necesitamos esta música de verdad (…).

#FairSaturday

 

A cuarenta kilómetros de Valladolid, en el interior de Castilla y León, se encuentra la única Villa del Libro de España: la localidad de Urueña. Situada en lo alto de una colina, desde sus murallas medievales y hasta donde alcanza la vista, se extiende un paisaje ajedrezado de campos interminables que rodean lo que bien podría ser uno de los tesoros mejor guardados. Un tesoro que no se mide en oro ni plata, sino en riqueza cultural.

Murallas de Urueña, Villa del Libro

Foto de Wikimedia

Doce librerías y cinco museos en un pueblo de 189 habitantes demuestran que «Urueña dejó de ser un pueblo hace mucho tiempo, porque sus calles no se caminan sino que se leen.» Así es como presenta José Miguel Redondo esta peculiar isla del tesoro para bibliófilos y amantes de la cultura.

25 años de gesta cultural

Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.
– Jorge Luis Borges

Algo parecido debió de imaginar Joaquín Díaz (Zamora, 1947), el vecino más conocido de Urueña, donde hace 25 años reformó una casona del siglo XVIII para convertirla en el Centro Etnográfico y principal museo de la villa. A este referente cultural se le han sumado el Museo del Cuento, el Museo de la Música, el Museo de Campanas y un Centro de Promoción del Libro y de la Cultura.

Centro Etnográfico de Urueña

Foto de Fundación Juaquín Díaz

El plato fuerte de la villa lo componen doce librerías, la primera de las cuales abrió en 1992 Jesús Martínez, al que todos llaman por el nombre de su negocio: Alcaraván. Aunque tal vez «negocio» no sea la palabra adecuada, se trata más bien de una forma de vida. Una dedicación incondicional, plena e incansable hacia los miles de libros que lo rodean a diario.

Librería en Urueña

Foto de María Crespo

Esto no es un negocio, es una opción de vida… ¡y merece la pena!
– Jesús Alcaraván

Desde entonces otras 11 librerías se le han unido y han logrado, con el apoyo de la Diputación de Valladolid, convertir a Urueña en la primera Villa del Libro en España. Una categoría compartida con otros pueblos como Wigtown (Reino Unido), Tuedrestand (Noruega) o Fontenoy-la-Joûte (Francia).

Librería en Urueña

Foto de Fidel Raso

El caso de la primera Villa del Libro

La primera Villa del Libro del mundo se encuentra en Gales, Reino Unido; Hay-on-Wye comenzó su desarrollo turístico en 1961 con la apertura de su primera tienda de libros usados. Fue tal el éxito de esta idea que decenas de libreros se trasladaron a la zona, albergando además uno de los festivales literarios más importantes del país y convirtiéndose finalmente en un principado autónomo.

Hay-on-Wye

Foto de AbeBooks

Aunque se encuentra lejos de llegar a la cifra del medio millón de turistas que visitan Hay-on-Wye cada año, este pequeño «reino de los libros» vallisoletano recibe ya anualmente 40.000 viajeros que deciden continuar su viaje por los pasillos de las librerías y museos de Urueña.

Esta forma de revitalizar pueblos y concentrar la cultura no solo atrae turismo y riqueza a la zona, sino que cada vez es una forma de vida para más gente. En el futuro seguro que podremos hablar de más Villas del Libro, de más pueblos a los que el arte y la cultura lleguen para inundarlo todo. Puede que este sea el primer pueblo de España con más librerías que bares, aunque esto no parece ser un gran problema.

Parafraseando el anuncio del famoso refresco, Urueña está lleno de «esos lugares donde siempre somos felices. Benditas librerías.»

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El Correo
El Rincón de Sele
Traveler
Papel en Blanco

Desde 1994 y hasta la actualidad un grupo de chicas bajo el completo anonimato se han dedicado a quejarse. Su misión, exponer las injusticias y desigualdades que existen en el mundo del arte, cine y la cultura popular.

Se esconden tras máscaras de gorilas que, en definitiva, les permite mantener el foco en los problemas. Son feministas y creen en la igualdad de oportunidades para todos. Evocan un mensaje claro y conciso a través de hechos, estadísticas y datos reales sobre temas que se ignoran constantemente utilizando siempre el humor y el ingenio.

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A través de grandes proyecciones, vallas, pegatinas y actividades de calle hacen llegar su mensaje al colectivo. Sus intervenciones también incluyen visitas a museos y ferias de arte enfrentándose directamente a los responsables de cada uno de estos centros.

Hasta la fecha han realizado más de 100 proyectos en todo el mundo, incluyendo Bilbao, Nueva York, Londres y Shanghai por nombrar algunos.

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Más de 40 chicas han formado parte del colectivo, algunas unas semanas, otras por décadas, lo que queda claro es que su mensaje y su misión se ha mantenido por más de 20 años y seguirá existiendo mientras las desigualdades sigan exisitiendo.

Una lucha por la historia de las mujeres, por la igualdad de oportunidades, por la democratización del arte. Os dejamos con algunas de sus reflexiones:

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#FairSaturday